18/6/13


Amigos… quisiera sus opiniones sobre este jugoso cuento de René Trossero. Creo que vale la pena leerlo y realizar un ejercicio mental lo más libre de prejuicios posible. De verdad me interesaría lo que piensan ustedes. (Es un cuento corto y muy interesante).

LOS TRES PASTORES Y LAS OVEJAS

Tres pastores tenían un rebaño de ovejas. Todos los días, al amanecer, los tres pastores despertaban con el alba y conducían el rebaños a los valles mas abundantes en pastos.

Las ovejas eran felices.

El cuidado de los pastores era garantía de su libertad; para su vida.

Pero un día las cosas cambiaron.

Los pastores se cansaron de tanto escalar cerros y buscar valles con pastizales…

Entones decidieron hacer un cerco y encerrar a las ovejas.

Los pastos comenzaron a faltar dentro del cerco.

Los tiempos se hicieron difíciles. Los pastores se defendieron del frío con la lana de las ovejas, y del hambre con su leche.

Pero las cosas empeoraron. Los pastores mataron una oveja y se la comieron. Las ovejas se quejaron. Y pidieron a los pastores que las dejaran salir del cerco, para buscar pastos en otros campos. Pero los pastores reforzaron el cerco, y dijeron a las ovejas que si salían se las comería el lobo.

Una oveja dijo a su compañera: ¿Será cierto que afuera hay tantos lobos? Y ella respondió: Yo no se, pero lo cierto es que, entre que nos coman los lobos o con coman los pastores ¿Cuál es la diferencia?

Así fue creciendo un malestar entre las ovejas. Y el descontento crecía todos los días.

Los pastores, por su parte, reforzaban las puertas del corral.

Las ovejas pastaban junto al cerco mirando hacia fuera.

Un día vieron que otras ovejas pastaban afuera y que tenían pastos en abundancia. Miraron por largo rato y no vieron ningún lobo, y si vieron mas ovejas.

Entonces una oveja sugirió al oído de su compañera: ¿No tienes ganas de salir, para ver si afuera del corral podemos vivir mejor? Pero no pudo escuchar la respuesta, porque un pastor la oyó, la mató y se la comió con sus compañeros.

Todas las ovejas comenzaron a tener mucho miedo… ¡miedo a sus pastores…!

Llegaron a tenerle mas miedo a sus pastores que los conocían que a los lobos a quienes nunca habían visto.

Y comenzaron a buscar desesperadamente la manera de huir.

Poco a poco, cada noche, con la colaboración de todas, fueron aflojando un rincón de las alambradas del cerco.

Mientras tanto, los pastores salían todos los días por los campos vecinos, para buscar otras ovejas. Siempre conseguían convencer a algunas, porque les decían que ya llegarían los lobos feroces, y se las comerían….

Entonces llegó una noche muy fría. Los pastores dormían en sus refugios.

Las ovejas aprovecharon la oportunidad. Terminaron de abrir un paso en el cerco, y una tras otra se fueron todas.

Al amanecer, los pastores fueron a buscar leche, y vieron el cerco vacío.

Un pastor dijo a sus compañeros: Pobres tontas, ¡ya verán lo que les espera con el lobo…! Pero uno de los dos restantes le respondió airado: “Idiota. ¿De tanto decirlo llegaste a creerlo???  ¡Peor es lo que nos espera a nosotros sin ovejas!!!!

Cuento de René Trossero

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