“SE NECESITAN ALENTADORES”

Que bien nos caen las palabras y gestos amables cuando alguna pena nos invade el corazón; cuanto consuelo y fortaleza se pueden proporcionar con solo ser cálidos y amables. Todos aquellos que cultivan un carácter bondadoso son una bendición constante para quienes les rodean. Muchas veces los cristianos nos pasamos buscando el plan de Dios para nuestras vidas, soñamos con hacer grandes cosas para Dios. Sin embargo solemos pasar por alto una simple expresión de amor para quienes tenemos cerca (y esto es lo primordial según lo enseñara Jesús). Es una gran incoherencia pretender servir a Dios, y no tener en cuenta como tratamos al prójimo.
En un mundo hostil, donde la mayoría pareciera desayunar con vinagre, podemos hacer una gran diferencia. Nuestras palabras y expresiones siguen teniendo mucho poder. Tener esto en cuenta puede ser un bálsamo para miles de corazones angustiados y rostros tristes. Alentar ha sido y seguirá siendo una de las tares mas dignas de un cristiano. Una persona puede seguir quedando en pié porque alguien le dio una palabra de aliento cuando tanto la necesitaba.
Tratame bien porque me hace mucho bien.
T.L.